martes, 30 de agosto de 2011

Como reza el dicho, no hay 2 sin 3...

¡Hola!
Ésta es la 3ª crónica de observación telescópica de espacio profundo, realizada el sábado 27 de agosto, con el SW dobson 8", de 20:30 a 21:30 (GMT). En un principio, esta 3ª noche la reservaba para una semana después (debido a la supernova de Messier 101). Sin embargo, y para hacer más corta la espera hasta ese sábado, decidí hacer una minijornada de observación con prismáticos. Una vez aclimatado a la oscuridad, me dispuse a observar. El primer objeto fue el cúmulo Messier 13. Aunque en teoría no era tan brillante como con el buscador del dobson (y mucho menos como con el propio dobson), la visión binocular hacía que dicho cúmulo tuviese una gran belleza.
Tras observar el cúmulo, me dispuse a observar otros objetos, entre ellos: Vega (realizar ajuste dióptrico), epsilon Lyrae, doble cúmulo de Perseo, y la joya de la noche: la galaxia Messier 31, también conocida como "Galaxia de Andrómeda", la cual nunca había visto, debido a que ésta estaba en una zona cuya visión del firmamento me era impedida por paredes. Tras verla con los prismáticos, decidí trasladar el dobson.

Galaxia de Andrómeda, por el Hubble Space Telescope
Galaxia de Andrómeda, por el Hubble Space Telescope.


Una vez montado el dobson, y tras una segunda aclimatación a la oscuridad, puse el ocular de 25mm y apunté con el buscador a donde había visto la galaxia con los prismáticos. Tras apuntar, pude ver que la galaxia, en poco tiempo, dejaría de ser visible. Por lo que decidí mirar lo antes posible por el ocular. Ahí estaba, una mancha difusa, con forma de óvalo alargado, muy brillante en el centro, y con 2 estrellas brillantes a cada lado del eje menor (esas estrellas eran las galaxias Messier 32 y Messier 110, satélites de Messier 31). Tras unos minutos, y con visión indirecta, se apreciaban diferencias sutiles de brillo entre zonas del óvalo. Entonces, la galaxia entró en la zona de inaccesibilidad, dejándome con ganas de más.

Observando la Galaxia de Andrómeda
Observando la Galaxia de Andrómeda


Tras esta observación, me dispuse a observar los objetos vistos las noches anteriores, empezando por el Doble Cúmulo de Perseo. Seguía siendo bello, incluso más que el día 23, puesto que en esta noche no había mucha humedad. Pude realizar pruebas de colimación, demostrando que, aunque los discos de Airy eran casi concéntricos, el telescopio no estaba colimado del todo (más tarde, comprobaría que se trataba del primario, el cuál fue colimado rápidamente).
El siguiente objeto fue el cúmulo Messier 13. Seguía igual de impresionante que siempre. Podía ver, sin dificultad, los brazos que salían de él, así como las regiones oscuras que vi las noches anteriores. Podía distinguir más estrellas que los días 23 y 25.
La penúltima parada de la noche fue la Nebulosa del Anillo, o Messier 57, observada el día 25. Igual de espectacular, pude ver algún detalle más. Por ejemplo, la nebulosa no era un anillo, sino que constaba de 2 arcos que formaban un óvalo, el cual no era negro, sino gris. Los arcos casi se tocaban en el eje mayor del óvalo, mostrando una forma de paréntesis.
Por último, me propuse observar un objeto que busqué el día 25, pero que no encontré. Se trataba de la nebulosa Dumbbell, o Messier 27. Tras un par de minutos, encontré el fallo por el que no encontraba dicha nebulosa: aunque había encontrado una cadena de estrellas similar a la que hay de Albireo a Dumbbell, no era la que buscaba, puesto que era mucho más pequeña. Conocido el error, busqué la cadena verdadera, la que me llevaría a Dumbbell... con la nueva cadena encontrada, Dumbbell era centrado en el buscador y visualizado con el telescopio.

Nebulosa Dumbell
Nebulosa Dumbell.


Sencillamente, una nebulosa magnífica. Con visión directa, se apreciaba su forma, la cual recordaba a la de un reloj de arena, un reloj de arena cósmico, cuyo tamaño aparente doblaba, o incluso triplicaba, el de Júpiter. Tras ese "reloj de arena", se podía apreciar un muy débil óvalo, que unía los "picos" del "reloj de arena", con el que la nebulosa tenía una forma ovalada, en la que, en el eje mayor, se dibujaba el reloj de arena, mucho más brillante que el óvalo. Una visión magnífica.

Observando la nebulosa Dumbell
Observando la nebulosa Dumbell.


Y con esta observación, empieza un tiempo de espera de 1 semana. El día 3, siempre y cuando la climatología lo permita, intentaré observar, entre otros objetos, Messier 11, Messier 17, Messier 92, Messier 101 (con la supernova), Messier 102 y el cometa Garradd. Dicha noche de observación, con suerte, superará a cualquiera de las 3 noches anteriores (23, 25 y 27 de agosto).

viernes, 26 de agosto de 2011

Otra buena noche de cielo profundo

¡Hola!
Tras el éxito que tuvo la observación del 23 de agosto (véase Excelente jornada de observación en profundo), decidí repetir sitio de observación. Por lo que, ayer, con algo menos de humedad en el aire, aunque alguna que otra racha de viento, y, por fin, con una linterna roja, volví a montar el telescopio en dicho lugar de observación, estando observando en el mismo rango de horas. La noche era más oscura, por lo que la aclimatación a la oscuridad fue más rápida que en la noche del 23 de agosto, a la vez que más completa (era posible ver Epsilon Lyrae a simple vista sin ninguna dificultad). Por lo tanto, rápidamente me dispuse a realizar observaciones telescópicas.
El primer objeto visualizado fue la estrella Vega, o Alfa Lyrae, con el objetivo de comprobar la alineación del buscador y la colimación del reflector. La alineación del buscador era perfecta, pero había un pequeño problema, casi imperceptible, de colimación (más adelante, pude comprobar, una vez en casa y con el ocular colimador, que uno de los clips del primario no se veía tanto como los otros dos. La colimación del secundario fue corregida casi instantaneamente, y la colimación del primario sigue como llegó de la tienda, intacta). No era un problema muy gordo, por lo que continué con mis labores telescópicas. Pasé, entonces, a Epsilon Lyrae, con el objetivo de comprobar el seeing. Aunque se podían separar las 4 estrellas, el seeing era algo peor que el del 23 de agosto, pero suficientemente bueno como para realizar observaciones a 120 aumentos.

Constelación de la Lira
Constelación de la Lira


Tras dichas pruebas, empezó la observación verdadera. Al igual que la anterior noche, quise empezar con algo que nunca hubiese visto (en aquella ocasión, el objeto fue el cúmulo globular Messier 13, o Cúmulo de Hércules). Por lo que apunté el buscador hacia un invisible punto que se situaba entre Sulafat y Sheliak (Gamma Lyrae y Beta Lyrae, respectivamente). Puse el ocular de 25mm y miré a través de él. Ahí estaba, la nebulosa planetaria Messier 57 (o Nebulosa del Anillo), mi primera planetaria. Tras centrarla en el ocular, cambié al de 10mm. Aparecía bien definida, y se apreciaba, a golpe de vista, que el centro era algo más débil que la periferia. Si tenéis la oportunidad de observarlo, no la desaprovecheis...

Messier 57
Messier 57, por el Telescopio Espacial Hubble


A continuación, me dispuse a observar otra planetaria cercana, también objeto Messier: Messier 27, o Nebulosa Dumbell. Tras localizar Albireo, y gracias al SkyAtlas 2000.0, estuve haciendo alineaciones de estrellas para localizar la nebulosa (método conocido como "Star hopping"). Sin embargo, el trabajo no dio sus frutos... Aunque espero volver a repetir la observación pronto para intentar tachar otro Messier de la lista.

Por último, y como despedida de la noche, estuve observando, de nuevo, el cúmulo de Hércules. Se veía incluso mejor que la otra noche, permitiéndome ver, ahora de manera clara, unos detalles que, en la anterior observación, eran fugaces: la presencia de una zona oscura en el cúmulo, que, a modo de ría, se introducía en él. Dichas zonas oscuras concuerdan con las descritas por Leonor Ana Hernández en su blog Dibujando el Alma de la Noche (véase Interior de M13: Regiones oscuras). También se podían apreciar, de nuevo, las patas de araña o cangrejo que observé el 23.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Excelente jornada de observación en espacio profundo

¡Hola!
Voy a compartir con vosotros la que es, de momento, mi mejor jornada de observación telescópica. Dicha jornada sucedió ayer, entre las 21 y las 22GMT, es decir, entre las 23 y las 24 locales. La calidad del cielo era excelente, buen seeing, ni el más mínimo soplo de aire, aunque bastante humedad.

Simulación del cielo a simple vista
Simulación del cielo y contaminación lumínica hacia la mitad de la observación, por Stellarium


Tras transportar el telescopio, junto a los oculares y el Sky Atlas 2000.0, empecé con mi aclimatación a la oscuridad. Gracias a la ausencia de farolas visibles y de ventanas iluminadas, ésta fue muy rápida. Mientras tanto, apunté con el telescopio a Polaris para efectuar pruebas de colimación y comprobar si el buscador estaba alineado. Ambas pruebas fueron satisfactorias. Una vez terminadas las pruebas, mis ojos estaban aclimatados a la oscuridad, de manera que, sin dificultad, podía ver la débil franja de la Vía Láctea, que iba desde la zona de Sagittarius hasta Cassiopeia (dicha constelación, al principio de la observación, no era visible, debido a que la zona estaba cubierta por alguna nube), siendo la zona más brillante la zona de Lyra, debido a su situación, más al cenit.
Tras ello, mi primer objetivo era ese, el cenit. Siendo más precisos, el objetivo era una estrella de la magnitud 4.7, que era el límite de magnitud de la noche (en otras noches, el límite era de 4.8, pero en ésta noche había bastante humedad). Dicha estrella era muy cercana a Vega. Con el buscador, la estrella se desdoblaba en 2. Y, con el telescopio, cada una de esas 2 estrellas se desdoblaba en otras dos. Exacto. Estoy hablando de Epsilon Lyrae. A pesar de la humedad del aire, se distinguían las 4 estrellas con visión directa, pero se veían mejor con la técnica de visión alejada.

Simulación de Epsilon Lyrae

A continuación, apunté a otra estrella cercana, pero más brillante. Se trataba de Sadr (Gamma Cygni), para intentar ver IC1318. Sin embargo, y aunque la nebulosa se intuía (probablemente, debido a las esperanzas de verla), el brillo de Sadr, junto a la humedad en el ambiente, hacía casi imposible ver algo. Entonces, mis observaciones en la zona del cenit acabaron.
Tras dichas observaciones, miré el Sky Atlas, esperando encontrar algo. De repente, mis ojos se clavaron en un objeto de espacio profundo. ¿Cómo se me podría haber olvidado? Rápidamente, cogí el telescopio y, de un solo movimiento, puse, en el centro del retículo del buscador, una estrella de Hércules, la cual aparecía borrosa. Puse el ocular de 25mm y... ¡ahí estaba! Se trataba del cúmulo globular M13, o Cúmulo de Hércules. El objeto, con los 48 aumentos del ocular de 25mm, era espectacular. Y, si ya era espectacular con esos 48 aumentos, con los 120 que daba el ocular de 10mm era... no hay palabras para describirlo. Podían distinguirse muchas de sus componentes, y alrededor del cúmulo, unos 5 brazos (y alguno más que se conseguía con la técnica de visión alejada), que le daban al cúmulo un aspecto de cangrejo o araña.

Dibujo de Messier 13 por Jeremy Perez, con unos aumentos y un campo similar al mío
Dibujo de Messier 13, con unos aumentos y campo similares a los míos con el ocular de 10mm


Por último, y para finalizar la observación, me propuse observar la galaxia M31, también conocida como Galaxia de Andrómeda, pero ésta estaba situada tras una chimenea, por lo que su observación era dificil. No obstante, encontré el Doble Cúmulo de Perseo, el cual, aunque no cabía en el campo del ocular de 10mm, sí lo hacía con el de 25mm. Era espectacular. Simplemente no había adjetivos para describirlo, por lo que os recomiendo a todos, si os es posible, observarlo. Incluso con prismáticos, merece la pena.


Cúmulo doble de Perseo. En la práctica, era algo más débil, pero igual de espectacular


Y con esto termina la mejor jornada de observación hasta el momento. Espero que hayan disfrutado tanto como yo disfruté al ver estos hermosos objetos de cielo profundo.

martes, 16 de agosto de 2011

Explosiones de supernova 3.0

Al igual que el año pasado (véase Explosiones de supernova 2.0) y el anterior (véase Explosiones de supernova), también este año ha habido fuegos artificiales para cerrar las fiestas de Jaraíz. Y, al igual que en esos 2 años, he fotografiado esas "supernovas jaraiceñas":





























































































































A continuación, os dejo un vídeo de los fuegos, realizado por mi hermano: