jueves, 20 de octubre de 2011

Empieza la temporada joviana 2011

¡Hola!
Tal y como indica el título, este mes y el siguiente serán los mejores para poder ver al coloso planetario. Como muchos de vosotros habrá podido comprobar, estas últimas semanas, a medianoche, una muy brillante estrella aparecía por el horizonte este. Dicha estrella, más brillante que cualquier otra, presenta, como características, la ausencia de centelleo y un color amarillo pastel. Dicha estrella no es tal, pues se trata del rey de los dioses romano, el gigantesco Júpiter.

Imagen de Júpiter


Durante las siguientes dos semanas, Júpiter estará en oposición, llegando al máximo grado de oposición el día 29 de octubre. En oposición, el diámetro aparente del planeta será de unos 45", esto es, con 40x se podría ver del tamaño de la luna llena. Con diferentes aumentos, podremos ver:
  • Con unos 10 aumentos, típicos de binoculares, podremos apreciar como la falsa estrella pierde su carácter puntual. Podremos ver sin dificultad alguna los 4 satélites principales.
  • Con unos 50 aumentos, el achatamiento del disco será apreciable fácilmente.
  • Con 100 aumentos, podremos ver las dos bandas principales, así como, aunque ya con dificultad, la sombra de los satélites en el planeta y la Mancha Roja.
  • Con unos 150-200 aumentos, observaremos algunos detalles en las bandas, y podremos seguir el tránsito de los satélites por delante del disco planetario.
  • Con 250 o más aumentos, podremos percibir muy sutiles detalles en las bandas.

Este año, la oposición se caracteriza por la vuelta de la banda ecuatorial que, en la oposición del año pasado, no era visible. También se caracteriza por la fecha de oposición, puesto que, aunque la fecha del próximo año sea mejor, la fecha de este año hace que el planeta adquiera una buena altura sobre el horizonte. Esto es bastante importante, pues permite aprovechar más el diámetro del tubo, esto es, conseguir imágenes de mayor calidad.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Una noche más de cielo profundo

¡Hola!
Tal y como prometí hace unos días (véase Como reza el dicho, no hay 2 sin 3...), anoche realicé una observación telescópica. Aunque el cielo estaba despejado, el viento soplaba con fuerza, y la luna daba algo de brillo al cielo nocturno, por lo que mis observaciones estuvieron algo limitadas. A pesar de ello, hacia las 9 de la tarde desplacé el telescopio para que éste se enfriase durante un intervalo de 2 horas (en un reflector, es un aspecto importante. La mejor calidad de imagen se consigue cuando la temperatura del espejo es similar a la temperatura ambiente). Por ello, mis observaciones empezaron a las 11 de la noche.

Los primeros objetos que quise ver fue M101 y M102, pero, debido a la situación de estas 2 galaxias, que estaban tras una pared, no pude hacerlo. Por ello, pasé al siguiente objeto de mi lista: de nuevo, ese objeto era el cúmulo Messier 13, de Hércules. Entonces, me dije: "me gustaría tener constancia gráfica de este cúmulo pero, al ser la montura altazimutal, no podré hacer foto. Por lo tanto, ¿por qué no intentar hacer dibujo astronómico?". Rápidamente, reuní los materiales necesarios: folio, lápiz 2B, bastoncillo (no tengo difumino) y portaminas de 0,5mm para las estrellas débiles. El resultado, tras unos 10 minutos de dibujo, fue el siguiente:

Dibujo original Dibujo en negativo

A la izquierda, el dibujo original. A la derecha, pasado a negativo.


Tras hacer el dibujo, siendo ya las 11:20, me dispuse a buscar el cometa C/2009 P1, también conocido como "cometa Garradd". Dicho cometa estaría en el cúmulo de Brocchi, también llamado "la Percha", por la forma que presenta. Sin embargo, encontrar la Percha resultó algo más difícil de lo esperado (era bastante fácil encontrarla con los prismáticos, tal y como comprobé en años anteriores). Mientras buscaba dicho cúmulo, topé con un objeto que pensaba ver más adelante: la nebulosa Dumbell. Con visión directa se podía percibir con facilidad la forma, con visión indirecta, sutiles cambios de brillo dentro de la nebulosa. Tras 10 minutos, continué con mi búsqueda. Gracias a haber encontrado Dumbell, contaba con una referencia más para encontrar la Percha, por lo que, en apenas segundos, mi telescopio estaba apuntando al asterismo. Con el buscador, se intuía que una de las estrellas cercanas a dicho cúmulo estaba algo emborronada. Apunté a dicha estrella y... ahí estaba, el cometa Garradd. Dicho cometa, que poseía una forma ligeramente elíptica (con la zona más brillante en uno de los focos), estaba situado cerca de una estrella... dicha estrella la tomé como referencia para una futura visita al cometa esa misma noche...

La siguiente parada fue la nebulosa del anillo, la cual encontré sin dificultad. Con el ocular de 10mm, se podían apreciar muchos más detalles que en las pasadas observaciones, como, por ejemplo, la forma de la nebulosa más definida, ligeros cambios de brillo en la zona brillante... aunque pienso que debería comprar un ocular de menor focal para aumentar la nebulosa. Tras verla, me dispuse a buscar la galaxia de Andrómeda, pero esta, desgraciadamente, estaba tapada por un muro. "Parece que hoy no es un buen día para observar galaxias", pensé. Sin embargo, a simple vista, y con visión indirecta, era posible apreciarla. Era la primera vez que la veía sin instrumentos, debido, en parte, a que llevaba algo más de 45 minutos en la oscuridad. Dejé descansar por unos minutos el telescopio para observar a ojo desnudo. Pude ver sin dificultad el cúmulo de Brocchi, Epsilon Lyrae y, sin dificultad, la banda de la Vía Láctea de horizonte a horizonte. Tras esta breve pausa, volví al telescopio.
La siguiente víctima fue el doble cúmulo. Al igual que las anteriores veces, me impresionó verlo. Podía percibir que algunas estrellas del doble cúmulo no eran blancas, como las demás, sino ligeramente anaranjadas. Tras estar visualizando el doble cúmulo durante unos 10 minutos, pasé a buscar el cúmulo globular Messier 92, en Hércules. La búsqueda fue algo larga, aunque, al final, lo encontré. Era bastante bonito, aunque algo más débil que M13. Tenía un aspecto algo más uniforme que M13, aunque se distinguían muchísimas estrellas en su núcleo. Sin duda, una visita recomendada.
Dispuesto ya a recoger el material de observación, apunté, por última vez en la noche, al cometa Garradd. Apenas una hora después de verlo por primera vez (desde las 11:30 hasta las 12:30), el cometa presentaba un notable movimiento: se había acercado a la estrella de referencia, estando ahora a 2 tercios de su distancia anterior.
Por último, con el telescopio ya recogido, a las 2 y media de la madrugada, apunté a Júpiter. Con el ocular de 10mm, se podían distinguir las 2 bandas ecuatoriales, los "casquetes polares" y la Mancha Roja. Fuera del disco planetario, se podía ver a 5 satélites, 2 a la izquierda del planeta y 3 a la derecha. El 2º de los de la derecha estaba ligeramente por encima del plano de los demás. Pude ver, entonces, que se trataba de una lejana estrella y no de un satélite, cosa que comprobé más tarde con el Stellarium.

martes, 30 de agosto de 2011

Como reza el dicho, no hay 2 sin 3...

¡Hola!
Ésta es la 3ª crónica de observación telescópica de espacio profundo, realizada el sábado 27 de agosto, con el SW dobson 8", de 20:30 a 21:30 (GMT). En un principio, esta 3ª noche la reservaba para una semana después (debido a la supernova de Messier 101). Sin embargo, y para hacer más corta la espera hasta ese sábado, decidí hacer una minijornada de observación con prismáticos. Una vez aclimatado a la oscuridad, me dispuse a observar. El primer objeto fue el cúmulo Messier 13. Aunque en teoría no era tan brillante como con el buscador del dobson (y mucho menos como con el propio dobson), la visión binocular hacía que dicho cúmulo tuviese una gran belleza.
Tras observar el cúmulo, me dispuse a observar otros objetos, entre ellos: Vega (realizar ajuste dióptrico), epsilon Lyrae, doble cúmulo de Perseo, y la joya de la noche: la galaxia Messier 31, también conocida como "Galaxia de Andrómeda", la cual nunca había visto, debido a que ésta estaba en una zona cuya visión del firmamento me era impedida por paredes. Tras verla con los prismáticos, decidí trasladar el dobson.

Galaxia de Andrómeda, por el Hubble Space Telescope
Galaxia de Andrómeda, por el Hubble Space Telescope.


Una vez montado el dobson, y tras una segunda aclimatación a la oscuridad, puse el ocular de 25mm y apunté con el buscador a donde había visto la galaxia con los prismáticos. Tras apuntar, pude ver que la galaxia, en poco tiempo, dejaría de ser visible. Por lo que decidí mirar lo antes posible por el ocular. Ahí estaba, una mancha difusa, con forma de óvalo alargado, muy brillante en el centro, y con 2 estrellas brillantes a cada lado del eje menor (esas estrellas eran las galaxias Messier 32 y Messier 110, satélites de Messier 31). Tras unos minutos, y con visión indirecta, se apreciaban diferencias sutiles de brillo entre zonas del óvalo. Entonces, la galaxia entró en la zona de inaccesibilidad, dejándome con ganas de más.

Observando la Galaxia de Andrómeda
Observando la Galaxia de Andrómeda


Tras esta observación, me dispuse a observar los objetos vistos las noches anteriores, empezando por el Doble Cúmulo de Perseo. Seguía siendo bello, incluso más que el día 23, puesto que en esta noche no había mucha humedad. Pude realizar pruebas de colimación, demostrando que, aunque los discos de Airy eran casi concéntricos, el telescopio no estaba colimado del todo (más tarde, comprobaría que se trataba del primario, el cuál fue colimado rápidamente).
El siguiente objeto fue el cúmulo Messier 13. Seguía igual de impresionante que siempre. Podía ver, sin dificultad, los brazos que salían de él, así como las regiones oscuras que vi las noches anteriores. Podía distinguir más estrellas que los días 23 y 25.
La penúltima parada de la noche fue la Nebulosa del Anillo, o Messier 57, observada el día 25. Igual de espectacular, pude ver algún detalle más. Por ejemplo, la nebulosa no era un anillo, sino que constaba de 2 arcos que formaban un óvalo, el cual no era negro, sino gris. Los arcos casi se tocaban en el eje mayor del óvalo, mostrando una forma de paréntesis.
Por último, me propuse observar un objeto que busqué el día 25, pero que no encontré. Se trataba de la nebulosa Dumbbell, o Messier 27. Tras un par de minutos, encontré el fallo por el que no encontraba dicha nebulosa: aunque había encontrado una cadena de estrellas similar a la que hay de Albireo a Dumbbell, no era la que buscaba, puesto que era mucho más pequeña. Conocido el error, busqué la cadena verdadera, la que me llevaría a Dumbbell... con la nueva cadena encontrada, Dumbbell era centrado en el buscador y visualizado con el telescopio.

Nebulosa Dumbell
Nebulosa Dumbell.


Sencillamente, una nebulosa magnífica. Con visión directa, se apreciaba su forma, la cual recordaba a la de un reloj de arena, un reloj de arena cósmico, cuyo tamaño aparente doblaba, o incluso triplicaba, el de Júpiter. Tras ese "reloj de arena", se podía apreciar un muy débil óvalo, que unía los "picos" del "reloj de arena", con el que la nebulosa tenía una forma ovalada, en la que, en el eje mayor, se dibujaba el reloj de arena, mucho más brillante que el óvalo. Una visión magnífica.

Observando la nebulosa Dumbell
Observando la nebulosa Dumbell.


Y con esta observación, empieza un tiempo de espera de 1 semana. El día 3, siempre y cuando la climatología lo permita, intentaré observar, entre otros objetos, Messier 11, Messier 17, Messier 92, Messier 101 (con la supernova), Messier 102 y el cometa Garradd. Dicha noche de observación, con suerte, superará a cualquiera de las 3 noches anteriores (23, 25 y 27 de agosto).

viernes, 26 de agosto de 2011

Otra buena noche de cielo profundo

¡Hola!
Tras el éxito que tuvo la observación del 23 de agosto (véase Excelente jornada de observación en profundo), decidí repetir sitio de observación. Por lo que, ayer, con algo menos de humedad en el aire, aunque alguna que otra racha de viento, y, por fin, con una linterna roja, volví a montar el telescopio en dicho lugar de observación, estando observando en el mismo rango de horas. La noche era más oscura, por lo que la aclimatación a la oscuridad fue más rápida que en la noche del 23 de agosto, a la vez que más completa (era posible ver Epsilon Lyrae a simple vista sin ninguna dificultad). Por lo tanto, rápidamente me dispuse a realizar observaciones telescópicas.
El primer objeto visualizado fue la estrella Vega, o Alfa Lyrae, con el objetivo de comprobar la alineación del buscador y la colimación del reflector. La alineación del buscador era perfecta, pero había un pequeño problema, casi imperceptible, de colimación (más adelante, pude comprobar, una vez en casa y con el ocular colimador, que uno de los clips del primario no se veía tanto como los otros dos. La colimación del secundario fue corregida casi instantaneamente, y la colimación del primario sigue como llegó de la tienda, intacta). No era un problema muy gordo, por lo que continué con mis labores telescópicas. Pasé, entonces, a Epsilon Lyrae, con el objetivo de comprobar el seeing. Aunque se podían separar las 4 estrellas, el seeing era algo peor que el del 23 de agosto, pero suficientemente bueno como para realizar observaciones a 120 aumentos.

Constelación de la Lira
Constelación de la Lira


Tras dichas pruebas, empezó la observación verdadera. Al igual que la anterior noche, quise empezar con algo que nunca hubiese visto (en aquella ocasión, el objeto fue el cúmulo globular Messier 13, o Cúmulo de Hércules). Por lo que apunté el buscador hacia un invisible punto que se situaba entre Sulafat y Sheliak (Gamma Lyrae y Beta Lyrae, respectivamente). Puse el ocular de 25mm y miré a través de él. Ahí estaba, la nebulosa planetaria Messier 57 (o Nebulosa del Anillo), mi primera planetaria. Tras centrarla en el ocular, cambié al de 10mm. Aparecía bien definida, y se apreciaba, a golpe de vista, que el centro era algo más débil que la periferia. Si tenéis la oportunidad de observarlo, no la desaprovecheis...

Messier 57
Messier 57, por el Telescopio Espacial Hubble


A continuación, me dispuse a observar otra planetaria cercana, también objeto Messier: Messier 27, o Nebulosa Dumbell. Tras localizar Albireo, y gracias al SkyAtlas 2000.0, estuve haciendo alineaciones de estrellas para localizar la nebulosa (método conocido como "Star hopping"). Sin embargo, el trabajo no dio sus frutos... Aunque espero volver a repetir la observación pronto para intentar tachar otro Messier de la lista.

Por último, y como despedida de la noche, estuve observando, de nuevo, el cúmulo de Hércules. Se veía incluso mejor que la otra noche, permitiéndome ver, ahora de manera clara, unos detalles que, en la anterior observación, eran fugaces: la presencia de una zona oscura en el cúmulo, que, a modo de ría, se introducía en él. Dichas zonas oscuras concuerdan con las descritas por Leonor Ana Hernández en su blog Dibujando el Alma de la Noche (véase Interior de M13: Regiones oscuras). También se podían apreciar, de nuevo, las patas de araña o cangrejo que observé el 23.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Excelente jornada de observación en espacio profundo

¡Hola!
Voy a compartir con vosotros la que es, de momento, mi mejor jornada de observación telescópica. Dicha jornada sucedió ayer, entre las 21 y las 22GMT, es decir, entre las 23 y las 24 locales. La calidad del cielo era excelente, buen seeing, ni el más mínimo soplo de aire, aunque bastante humedad.

Simulación del cielo a simple vista
Simulación del cielo y contaminación lumínica hacia la mitad de la observación, por Stellarium


Tras transportar el telescopio, junto a los oculares y el Sky Atlas 2000.0, empecé con mi aclimatación a la oscuridad. Gracias a la ausencia de farolas visibles y de ventanas iluminadas, ésta fue muy rápida. Mientras tanto, apunté con el telescopio a Polaris para efectuar pruebas de colimación y comprobar si el buscador estaba alineado. Ambas pruebas fueron satisfactorias. Una vez terminadas las pruebas, mis ojos estaban aclimatados a la oscuridad, de manera que, sin dificultad, podía ver la débil franja de la Vía Láctea, que iba desde la zona de Sagittarius hasta Cassiopeia (dicha constelación, al principio de la observación, no era visible, debido a que la zona estaba cubierta por alguna nube), siendo la zona más brillante la zona de Lyra, debido a su situación, más al cenit.
Tras ello, mi primer objetivo era ese, el cenit. Siendo más precisos, el objetivo era una estrella de la magnitud 4.7, que era el límite de magnitud de la noche (en otras noches, el límite era de 4.8, pero en ésta noche había bastante humedad). Dicha estrella era muy cercana a Vega. Con el buscador, la estrella se desdoblaba en 2. Y, con el telescopio, cada una de esas 2 estrellas se desdoblaba en otras dos. Exacto. Estoy hablando de Epsilon Lyrae. A pesar de la humedad del aire, se distinguían las 4 estrellas con visión directa, pero se veían mejor con la técnica de visión alejada.

Simulación de Epsilon Lyrae

A continuación, apunté a otra estrella cercana, pero más brillante. Se trataba de Sadr (Gamma Cygni), para intentar ver IC1318. Sin embargo, y aunque la nebulosa se intuía (probablemente, debido a las esperanzas de verla), el brillo de Sadr, junto a la humedad en el ambiente, hacía casi imposible ver algo. Entonces, mis observaciones en la zona del cenit acabaron.
Tras dichas observaciones, miré el Sky Atlas, esperando encontrar algo. De repente, mis ojos se clavaron en un objeto de espacio profundo. ¿Cómo se me podría haber olvidado? Rápidamente, cogí el telescopio y, de un solo movimiento, puse, en el centro del retículo del buscador, una estrella de Hércules, la cual aparecía borrosa. Puse el ocular de 25mm y... ¡ahí estaba! Se trataba del cúmulo globular M13, o Cúmulo de Hércules. El objeto, con los 48 aumentos del ocular de 25mm, era espectacular. Y, si ya era espectacular con esos 48 aumentos, con los 120 que daba el ocular de 10mm era... no hay palabras para describirlo. Podían distinguirse muchas de sus componentes, y alrededor del cúmulo, unos 5 brazos (y alguno más que se conseguía con la técnica de visión alejada), que le daban al cúmulo un aspecto de cangrejo o araña.

Dibujo de Messier 13 por Jeremy Perez, con unos aumentos y un campo similar al mío
Dibujo de Messier 13, con unos aumentos y campo similares a los míos con el ocular de 10mm


Por último, y para finalizar la observación, me propuse observar la galaxia M31, también conocida como Galaxia de Andrómeda, pero ésta estaba situada tras una chimenea, por lo que su observación era dificil. No obstante, encontré el Doble Cúmulo de Perseo, el cual, aunque no cabía en el campo del ocular de 10mm, sí lo hacía con el de 25mm. Era espectacular. Simplemente no había adjetivos para describirlo, por lo que os recomiendo a todos, si os es posible, observarlo. Incluso con prismáticos, merece la pena.


Cúmulo doble de Perseo. En la práctica, era algo más débil, pero igual de espectacular


Y con esto termina la mejor jornada de observación hasta el momento. Espero que hayan disfrutado tanto como yo disfruté al ver estos hermosos objetos de cielo profundo.

martes, 16 de agosto de 2011

Explosiones de supernova 3.0

Al igual que el año pasado (véase Explosiones de supernova 2.0) y el anterior (véase Explosiones de supernova), también este año ha habido fuegos artificiales para cerrar las fiestas de Jaraíz. Y, al igual que en esos 2 años, he fotografiado esas "supernovas jaraiceñas":





























































































































A continuación, os dejo un vídeo de los fuegos, realizado por mi hermano: