domingo, 4 de septiembre de 2011

Una noche más de cielo profundo

¡Hola!
Tal y como prometí hace unos días (véase Como reza el dicho, no hay 2 sin 3...), anoche realicé una observación telescópica. Aunque el cielo estaba despejado, el viento soplaba con fuerza, y la luna daba algo de brillo al cielo nocturno, por lo que mis observaciones estuvieron algo limitadas. A pesar de ello, hacia las 9 de la tarde desplacé el telescopio para que éste se enfriase durante un intervalo de 2 horas (en un reflector, es un aspecto importante. La mejor calidad de imagen se consigue cuando la temperatura del espejo es similar a la temperatura ambiente). Por ello, mis observaciones empezaron a las 11 de la noche.

Los primeros objetos que quise ver fue M101 y M102, pero, debido a la situación de estas 2 galaxias, que estaban tras una pared, no pude hacerlo. Por ello, pasé al siguiente objeto de mi lista: de nuevo, ese objeto era el cúmulo Messier 13, de Hércules. Entonces, me dije: "me gustaría tener constancia gráfica de este cúmulo pero, al ser la montura altazimutal, no podré hacer foto. Por lo tanto, ¿por qué no intentar hacer dibujo astronómico?". Rápidamente, reuní los materiales necesarios: folio, lápiz 2B, bastoncillo (no tengo difumino) y portaminas de 0,5mm para las estrellas débiles. El resultado, tras unos 10 minutos de dibujo, fue el siguiente:

Dibujo original Dibujo en negativo

A la izquierda, el dibujo original. A la derecha, pasado a negativo.


Tras hacer el dibujo, siendo ya las 11:20, me dispuse a buscar el cometa C/2009 P1, también conocido como "cometa Garradd". Dicho cometa estaría en el cúmulo de Brocchi, también llamado "la Percha", por la forma que presenta. Sin embargo, encontrar la Percha resultó algo más difícil de lo esperado (era bastante fácil encontrarla con los prismáticos, tal y como comprobé en años anteriores). Mientras buscaba dicho cúmulo, topé con un objeto que pensaba ver más adelante: la nebulosa Dumbell. Con visión directa se podía percibir con facilidad la forma, con visión indirecta, sutiles cambios de brillo dentro de la nebulosa. Tras 10 minutos, continué con mi búsqueda. Gracias a haber encontrado Dumbell, contaba con una referencia más para encontrar la Percha, por lo que, en apenas segundos, mi telescopio estaba apuntando al asterismo. Con el buscador, se intuía que una de las estrellas cercanas a dicho cúmulo estaba algo emborronada. Apunté a dicha estrella y... ahí estaba, el cometa Garradd. Dicho cometa, que poseía una forma ligeramente elíptica (con la zona más brillante en uno de los focos), estaba situado cerca de una estrella... dicha estrella la tomé como referencia para una futura visita al cometa esa misma noche...

La siguiente parada fue la nebulosa del anillo, la cual encontré sin dificultad. Con el ocular de 10mm, se podían apreciar muchos más detalles que en las pasadas observaciones, como, por ejemplo, la forma de la nebulosa más definida, ligeros cambios de brillo en la zona brillante... aunque pienso que debería comprar un ocular de menor focal para aumentar la nebulosa. Tras verla, me dispuse a buscar la galaxia de Andrómeda, pero esta, desgraciadamente, estaba tapada por un muro. "Parece que hoy no es un buen día para observar galaxias", pensé. Sin embargo, a simple vista, y con visión indirecta, era posible apreciarla. Era la primera vez que la veía sin instrumentos, debido, en parte, a que llevaba algo más de 45 minutos en la oscuridad. Dejé descansar por unos minutos el telescopio para observar a ojo desnudo. Pude ver sin dificultad el cúmulo de Brocchi, Epsilon Lyrae y, sin dificultad, la banda de la Vía Láctea de horizonte a horizonte. Tras esta breve pausa, volví al telescopio.
La siguiente víctima fue el doble cúmulo. Al igual que las anteriores veces, me impresionó verlo. Podía percibir que algunas estrellas del doble cúmulo no eran blancas, como las demás, sino ligeramente anaranjadas. Tras estar visualizando el doble cúmulo durante unos 10 minutos, pasé a buscar el cúmulo globular Messier 92, en Hércules. La búsqueda fue algo larga, aunque, al final, lo encontré. Era bastante bonito, aunque algo más débil que M13. Tenía un aspecto algo más uniforme que M13, aunque se distinguían muchísimas estrellas en su núcleo. Sin duda, una visita recomendada.
Dispuesto ya a recoger el material de observación, apunté, por última vez en la noche, al cometa Garradd. Apenas una hora después de verlo por primera vez (desde las 11:30 hasta las 12:30), el cometa presentaba un notable movimiento: se había acercado a la estrella de referencia, estando ahora a 2 tercios de su distancia anterior.
Por último, con el telescopio ya recogido, a las 2 y media de la madrugada, apunté a Júpiter. Con el ocular de 10mm, se podían distinguir las 2 bandas ecuatoriales, los "casquetes polares" y la Mancha Roja. Fuera del disco planetario, se podía ver a 5 satélites, 2 a la izquierda del planeta y 3 a la derecha. El 2º de los de la derecha estaba ligeramente por encima del plano de los demás. Pude ver, entonces, que se trataba de una lejana estrella y no de un satélite, cosa que comprobé más tarde con el Stellarium.

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