sábado, 26 de septiembre de 2009

El otoño

Las vacaciones se acaban... poco a poco, hace más frío.
En el cielo los cambios son grandes, Júpiter nos abandona, pero le sustituye Marte, que va apareciendo por el Este. Marte es uno de los 3 únicos planetas que nunca he visto, salvo a simple vista. Por lo tanto este invierno intentaré verle y, con suerte fotografiarle.
También vuelven las famosas y deseadas constelaciones de invierno, entre las cuales destaca el gran cazador, Orión. Fue precisamente con su nebulosa con la que bauticé mi telescopio en el campo del cielo profundo. Me acuerdo todavía, ese aspecto suave y delicado, una visión fantástica, prácticamente me quedé enamorado de ella. Por desgracia solo la ví 2 o 3 veces más, pues llegó el verano y desapareció.


También vuelven las famosas 7 hermanas, las Pléyades. Fue el segundo objeto de espacio profundo que vi. También me fascinó mucho. Pensar que todos esos puntitos son soles como el nuestro, y que todos caben en un campo tan pequeño, no tiene precio.


En conclusión, aunque pierda a los planetas Júpiter y Neptuno (si, este también le he visto este verano), gano a Marte y otros objetos exóticos cuya belleza es descomunal.

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