domingo, 23 de febrero de 2014

Novedades para el blog

Esto es un no parar. Si hace unos días os comunicaba la noticia de que llegábamos a las 10.000 visitas, hoy tengo otra noticia más que afecta al blog. Como habréis podido ver todos aquellos que me estéis leyendo, el blog ya no está en su antigua dirección (http://adrian1310.blogspot.com), aunque se podrá seguir accediendo desde ella. Ahora, el blog tiene como dirección web la dirección http://www.adriancepeda.es. Como dije antes, esto no significa que desde la antigua dirección no se pueda acceder: el blog sigue gestionado por Blogger y, por tanto, al acceder al enlace antiguo, éste redirigirá a la nueva dirección, en la cual es importante escribir "www." debido entre otras cosas a futuras novedades en dicho enlace. Se cumple, así, otro de los sueños que tenía cuando abrí el blog, el disponer de un dominio propio. Esto es algo que tengo que agradecer, sobre todo, a F.M.L. (no escribo el nombre completo por cuestiones de privacidad), por toda la ayuda proporcionada esta última semana.

lunes, 17 de febrero de 2014

¡¡¡Diez mil gracias!!!

¡Hola a todos!
Escribo esta entrada para comentaros que, gracias a todos vosotros, mis queridos lectores, se ha cumplido en el Cuaderno de Adrián una de las metas que me propuse cuando publiqué el blog, llegar a la decena de millar de visitas. Sin duda alguna, este número, de ya 5 cifras, me anima a continuar escribiendo, publicando y comentando, todo aquello que suceda en mi vida como informático, fotógrafo o astrónomo, así como punto de reflexión.
Tras haber conseguido esta meta, la próxima sería los 15.000 visitantes, los cuales me gustaría conseguir en un par de años, aunque por ahora ya estoy muy contento por llegar a las 5 cifras, uno de los retos que me puse al crear el blog. Muchas gracias a todos vosotros por leerme y soportar algunas veces mis delirios mentales jeje.
Un saludo a todos, nos vemos en la siguiente entrada ;).

domingo, 16 de febrero de 2014

Reflexiones

¡Hola a todos!

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí. Las clases me vuelven a dejar agotado, y además he estado enfermo, pero he sido capaz de sacar algo de rato libre para compartir con todos vosotros, mis queridos lectores, algunas reflexiones que he estado haciendo las últimas semanas.

Vivimos en un mundo social, dominado por las redes sociales y la mensajería instantánea. En cuanto no nos va internet nos tiramos de los pelos, maldecimos a seres que no lo merecen y nos ponemos en estado de alerta/gato en celo (siendo más recomendable echarnos gasolina encima y encender una cerilla, así no se molesta a los demás xD). Todo cambia cuando vuelve a aparecer la señal. Sí, la señal, algo que pocas personas saben qué es realmente, pero que todos queremos tener.

¿Donde quedó la relación humana, persona a persona? No es lo mismo hablar cara a cara que por teléfono, pero esto último es aceptable, ya que quizá la distancia sea grande. Pero, ¿escribir en una pantalla día y noche? No, lo siento, pero no. Estará muy bien y todo lo que digais (de hecho no lo discuto, yo también suelo whatsappear), pero eso no es relacionarse ni es nada. Símplemente es introducir unos bits determinados en una máquina computacional, que los envía a traves de la eterea y siempre presente señal para que lo reciba el dispositivo del destinatario. Pero no nos engañemos, el novio que le escribe a la novia "te quiero" no escribe eso, sino una secuencia de unos y ceros que, interpretados de tal manera, dibujan esa frase, pero lo más probable es que, interpretando al azar, nos salga un garabato ilegible.

Lo mismo, aunque en menor medida, ocurre con las personas y las conversaciones reales. Porque todos, al oir la palabra amigo, pensamos, si no en lo mismo, en algo similar a esto: persona con la cual mantienes una relación tal que nos ayuda desinteresadamente, a lo cual nosotros respondemos ayudando desinteresadamente también. Yo pensaba lo mismo. Pero en las últimas semanas varias personas me abrieron los ojos y me hacen incluir a la anterior definición, y que no te fallará fácilmente, al igual que tú tampoco le fallarás, aunque alguna de las dos sea coaccionada a ello por familiares o amigos.

¿Qué quiero decir con esto? Soltemos por unos instantes el teclado o la pantalla táctil. Dejemos nuestra constante búsqueda de la señal, salgamos a la calle y reunámonos con los amigos. Pero con los de la nueva definición, esos serán los verdaderos amigos. Pero tampoco estemos apartados de aquellos menos amigos, ex-amigos o incluso rivales. Como citó la pelicula Rush, A wise man can learn more from his enemies than a fool from his friends (Un hombre sabio aprende más de sus enemigos que un necio de sus amigos).

sábado, 1 de febrero de 2014

Vuelta a la aventura

¡Hola!
Escribo esta entrada para re-despedirme del pueblo de nuevo. Tras las navidades y algunos fines de semana aquí para descansar de los exámenes, he de volver a la capital de provincia para proseguir mis estudios. Me esperan asignaturas nuevas, profesores nuevos, experiencias nuevas. Acostumbrarme a los nuevos horarios. ¿Qué me esperará en los siguientes meses fuera del pueblo?
El primer semestre del curso finalizó, algo que me ha enriquecido como persona. Ya sé lo que es ser independiente, valerme por mi mismo, creo que me ha hecho madurar más. Porque cuando uno vive con los padres todo parece fácil, hasta que se enfrenta al reto de tener que hacer todo por uno mismo. Desde las comidas hasta la limpieza, hasta el levantarse por las mañanas a sabiendas de que nadie lo hará si te despistas (lo reconozco, soy de aquellos que les cuesta mucho despertar). Agradezco por tanto a mis padres, por todos estos años en los que me han ayudado tanto, algo de lo que me he dado más cuenta aún en estos duros meses de transición.
Ya me valgo por mi mismo, me siento más responsable. Estudio cuando tengo que estudiar, limpio cuando tengo que limpiar, como (o ceno) cuando tengo que hacerlo, me levanto a la hora. Aquellas duras semanas iniciales parecen ya muy distantes en el tiempo, inalcanzables hasta con un deLorean. Ahora mismo siento que todo es posible.
Volviendo al tema inicial de la entrada, sí, vuelvo a irme del pueblo para afrontar el segundo semestre con más ganas que nunca. Pero eso no significa que no vuelva. En el pueblo dejo a mis padres, mi hermano, gran parte de mi familia, y a mis amigos y amigas. No puedo vivir sin ellos por mucho que me independice, los necesito, a todos y cada uno por igual, por lo que seguiré viniendo periódicamente a esta localidad verata que tantos recuerdos me trae. El pueblo que me vio crecer, madurar, aprender, enamorarme.
Este pueblo es y siempre será especial para mi por esto y mucho más, y siempre, siempre, lo echaré de menos. Lo echo de menos a cada despertar, a cada lección dada en la facultad, a cada descanso, y cada vez que vuelvo a la cama. Pero no puedo echarme atrás, ahora no. La Universidad es muy importante para mi, y aunque eche de menos el pueblo cuando estoy en Cáceres, también echo de menos la facultad cuando estoy en el pueblo.
Por último, me gustaría despedir esta entrada diciéndoos que en breve, tendréis una entrada especial, pues estamos a muy pocas visitas de las 10.000 visitas, una cifra muy redonda, y uno de mis objetivos iniciales al crear el Cuaderno de Adrián. Muchas gracias a todos por cumplir ese sueño que aquel Adrián de 2009 tuvo, al inscribirse en Blogger.